La Semana Santa es una época donde muchas personas optan por evitar las carnes rojas, pero no todos son fanáticos del pescado. ¿Te pasa? ¿Querés seguir una alimentación acorde a la tradición, pero sin tener que recurrir siempre al clásico filete de merluza o atún en lata?
¡No te preocupes! En este artículo te voy a mostrar varias alternativas deliciosas, fáciles de hacer y perfectas para esta semana. Te vas a sorprender con todas las opciones que existen para variar tus comidas sin carne… ¡y sin pescado!
Durante la Semana Santa, especialmente el Viernes Santo, muchas personas eligen no consumir carne roja. Esta práctica tiene raíces en una antigua tradición que asocia la carne con celebraciones y banquetes, algo que contrasta con el espíritu de recogimiento, reflexión y austeridad que caracteriza estos días.
Si bien la decisión de evitar la carne proviene en parte de motivos religiosos, también se ha convertido en una costumbre cultural muy extendida, incluso entre personas que no practican activamente una fe. En muchos hogares, esta semana representa un momento de pausa y de conexión con la comida más simple, liviana y natural.
Por eso, es muy común buscar alternativas a las comidas habituales con carne, optando por platos a base de vegetales, pastas, cereales o pescados. Pero… ¿qué pasa si tampoco te gusta el pescado? Ahí es donde empiezan las dudas de cada año:
¿Qué cocino si no quiero comer ni carne… ni pescado?
Aunque no hay una "lista oficial", hay ciertos alimentos que tradicionalmente se evitan durante la Semana Santa, sobre todo el Viernes Santo, como muestra de respeto, recogimiento y simplicidad.
Aquí te comparto algunas de las comidas más comunes que suelen dejarse de lado en esta semana:
Carne de res – Asados, milanesas, estofados, etc.
Carne de cerdo – Incluye embutidos como salchichas, panceta o bondiola.
Carne de pollo – A pesar de ser más liviana, también se suele evitar.
Jamón cocido o crudo – Muy habitual en picadas, sándwiches o empanadas.
Chorizo y morcilla – Tanto en guisos como en parrillas.
Hamburguesas tradicionales – Las clásicas de carne vacuna.
Empanadas de carne – Un clásico muy presente que se deja de lado en estos días.
Guisos con carne – Como el locro, guiso carrero o puchero.
Milanesas de carne – Incluye también las de ternera o cerdo.
Sopas con caldo de carne – Muchos caldos comerciales están hechos a base de extractos de carne.
Te comparto ideas reales, nutritivas y sabrosas que podés probar esta Semana Santa:
1. Tortillas y tartas caseras
Son económicas, fáciles de preparar y podés dejarlas listas con anticipación.
2. Legumbres al rescate
Aportan proteína vegetal, sacian y son súper versátiles.
3. Pastas con salsas especiales
Las pastas no fallan… ¡y si son caseras, mejor!
4. Platos con huevo o queso
Ideales para cenas rápidas o almuerzos livianos.
Muchos caen en la rutina de repetir las mismas recetas. Pero si te organizás con un poco de anticipación, podés tener un menú súper variado para toda la semana, sin aburrirte y sin gastar de más.
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